30 marzo, 2015

CARTA DE PEDRO ANTONIO GONZÁLEZ
Escrita a Marcial Cabrera el 25 de septiembre de 1903 en el Hospital San José a 8 días de su muerte.


      Marcial Cabrera.  Mi buen amigo.


          Sigo muy mal.  Me llaman de ultratumba, y al partir hay que abrazar a los amigos. ¿Quién, para qué? El infinito reclama la ofrenda de la vida, para descubrir sus misterios, y habla sólo después que el fuego ha consumido la carne en holocausto. Me voy sin pena.  Convidado sin asiento en el banquete de la vida, pasé por el yermo mirando desde lejos el humos de las fiestas.


          Fui el eterno huérfano.  Mi niñez no tuvo ósculos.  Mi juventud careció de antídotos, y ya hombre, mis verso llevaron ofrendas a un altar sin dios.

          Fui el eterno desgraciado; vine a la vida para cantar el dolor.  Cultive rosas avaras de perfume y dí rocíos a lirios manchados en su abrir. He sufrido pero no he maldecido.  ¿Qué más pude haber hecho por la humanidad? He comparado a Lúculo con Jesús, y he sabido comparar entre la gula de uno y la castidad del otro.  Lúculo sembró el hastío, y Jesús la fraternidad, ese dulce sueño de la humanidad.

          No he sido del todo desgraciado, porque he sabido comprender mi dolor; la lluvia, el granizo, la tempestad no son un mal; son caricias de para la tierra que sueña con violetas.  Y del lodo del Invierno nace el perfume para la Primavera.

          No puedo morir contento, porque dejo tantas cosas sagradas.  Pero muero adorando el amor ideal.

          Y me voy camino del Oriente hacia la patria del ritmo.

          Allí tocaré con mis manos el manto blanco de Virgilio.

          Es propio de los hombres olvidar a los hombres, pero no olvide mis poesías el amigo a quien digo adiós desde estas almohadas humedecidas.

          Este es mi testamento, que deposito en sus manos,


                                                                        Pedro Antonio González


29 agosto, 2013

Jorge González Bastías, el poeta de las tierras pobres
 (1879-1950)

(Amanecer en Curepto.  Cerro El Chivato.)
Obras:  “Misas de Primavera”, “El poema de las tierras pobres”, “Vera Rústica” y “Del Venero Nativo” 


LA MISERIA NUEVA

 I 
 Sutil y extrañamente 
tengo el ánimo herido, 
como si los dolores 
de otros hombres 
en mí se hubieran recogido. 
La montaña que baja 
a bañarse en el río 
muestra un cansancio tan humano, 
que pone en el espíritu un estremecimiento… 

Un estremecimiento que solamente 
es el recuerdo vivo 
de las viejas leyendas de la sierra, 
de los cantos del río, 
de una paz, hoy extinta en los senderos, 
de una miseria nueva que ha venido. 

 Un estremecimiento, 
dolor de otros espíritus, 
que flota en la montaña 
y anda por los caminos… 
No tiene voz, 
 y se oye en los breñales su alarido.

II 

Y es un grito profundo 
que se extiende a lo lejos, 
que se oculta en las piedras 
y tiembla en los esteros. 

Una miseria nueva 
prendió en las hondonadas y en los cerros, 
arrasó los sembrados 
y los rebaños y los huertos. 

 El pobre se hizo miserable 
y el miserable, bandolero! 
 Hay espanto en los ojos 
de los niños labriegos 
que oyen a media noche 
clamores homicidas en el viento. 

Hay espanto en los ojos de las madres 
que ya no arrullan con su canto el sueño 
del hijo, atormentadas 
por la vida sin término. 

 Hay espanto en los árboles 
que ya no sienten el afecto 
de aquellas manos buenas que les daban 
el agua en cántaros morenos.

18 enero, 2013

MÁS DE ABEL GONZALEZ



Nacido como él mismo lo dice “en la sierra de la costa brava” (…) nuestro poeta vio la luz en una fecunda tierra de poetas: la tierra que bien puede llamarse de los tres González. Allí, en efecto, junto al mar y al arrullo de una naturaleza bullidora surgió a las letras nacionales el triunvirato brillante de Pedro Antonio, Abel y Jorge González, que no eran parientes entre sí, pero que, a no dudarlo, pertenecían a la misma hermandad espiritual.
Todos ellos cantaron con ternuras a su tierra natal. Abel también dijo: no hay como la tierra donde uno ha nacido –sea ameno valle, sea abrupta sierra- como para el ave nada hay como el nido! (Luis Letelier del Campo, en El Diario Ilustrado, 08-06-1944 )


 SU OBRA POETICA
1.       POEMAS. Talca, 1910
2.       VERSOS VIEJOS. Curicó, 1914
3.       TIERRA CHILENA. Santiago, 1922
4.       VELUT-UMBRA, 1931 (obra póstuma)



“MAMA-AGÜELA”

“Bien haiga mi mamá agüela
Con más años que el catarro
Y tan firme y tan plantá
Como roble apellinao!
Pa San Juan dicen que entera
Cabalitos de cien años,
Y tiene tataranietos
Y hasta chornos unos cuantos;
Con las gallinas se acuesta
Y se levanta aclarando
Y ni en meicos ni en boticas
Jamás un cinco ha gastao.
¡Güenos los soles del monte,
Güenos los vientos del alto,
Que hacen pellines de roble
Y pellines de cristianos!”

12 diciembre, 2011

La tierruca de Abel












(Río Mataquito, Curepto-Licantén)






“Aquí recta, allá sinuosa,

ya en áspero curso o laso,

la quebrada se abre paso

por la sierra montañosa.

En cada falda riscosa,

estrechas sendas se miran

que van y vienen y giran

bordeando riscos y quiebras

que perezosas se estiran.

Silvestres enredaderas

de hojarascas, verde-oscuras,

ostenta por colgaduras

la quebrada en sus laderas;

son las montañas colleras

y parásitos quintrales

los que en troncos y breñales

adhiriendo sus raíces

han tejido esos tapices

que parecen orientales”.



La poesía le brota (a Abel) González con la misma abundancia fácil que el agua a las fuentes de sus serranías. Tiene algo de sano y de pleno que conquista. Está en paz con su conciencia y con todo el mundo, respeta la Religión y la Gramática, conoce la retórica, piensa como hombre bueno, habla como un maestro correctísimo.

ALONE, La Nación, 10 de agosto de 1922

LA POESÍA SIMPLE DE ABEL GONZÁLEZ



"Abel González es quizás de los poetas chilenos contemporáneos el más fácil versificador. No hay que buscar en su poesía ni la invención de nuevas formas ni la expresión de pretendidas o reales torturas y retorcimientos del espíritu: su verso fluye fácil y armonioso como arroyuelo que se desliza sin encontrar obstáculos en su camino, o como una suave melodía cuyo susurro agrada al oído. Usa variedad de metro; pero se mantiene siempre dentro de los moldes clásicos: no es un innovador que quiera disfrazar la falta de verdadera inspiración con un ropaje exótico. El mismo ha dicho:

“De lo grande y de lo bello soñador enamorado
peregrino en el presente, soy un hijo del pasado”.

(Guillermo Rojas Carrasco. El Mercurio. 12-09-1920)


“El canto del tordo”


“Bajo tu negro plumaje
alma de fuego hay en ti,
por eso cantas así
moreno bardo salvaje;
por eso es que entre el ramaje
de las colleras y quilas
cuando de tu alma destila
las amorosas congojas
como luciérnagas rojas
se ven brillar tus pupilas”.

(Flor de oro en el Concurso Swinglehurst de Valparaíso, 1913)

25 octubre, 2011

MATÍAS RAFIDE, POETA ESENCIAL

Matías Rafide Batarce nació en 1929, en Curepto, Comuna de la Región del Maule.
Aquí un fragmeto de su poema

Curepto

(...)

La ciudad de somnolientos
transeúntes nos aguarda con
sus muertos en paz.
Mientras soñamos el último
poema sonriéndole a un azar indescifrable

MATÍAS RAFIDE, POETA ESENCIAL

HORIZONTES Y SUEÑOS

Oh, Dios, a veces refunfuño
sin recato. Brillan mis ojos
cielos apocalípticos, ángeles
sin dueño.

Ancianos pusilánimes
alargan el otoño de los parques.

Huyo de noche sin estrellas.
Me asustan hasta el delirio
las ratas vespertinas,
los graznidos anónimos.

Oh, Dios, imposible tu ausencia
en este viaje sin bosques ni
praderas

22 octubre, 2008

Poeta Mauricio Redolés

A propósito de las elecciones municipales, con ustedes Mauricio Redolés, con su homenaje a Sebastián Piñera...

20 octubre, 2008

ABEL GONZALEZ GONZALEZ, POETA CUREPTANO







EL IGNORADO POETA DE LA TIERRUCA
Abel González González nació el Curepto el 11 de julio de 1879.




Luego de cursar estudios en el Seminario de Talca, los siguió en la U. De Chile, graduándose de abogado en 1904.




Fue Director de “La Prensa” de Curicó y, tras su desempeño en el poder judicial en Lontué y Molina, fue trasladado a Iquique, donde fallecería en 1930.




Su poesía esta inspirada en temas campesinos o motivos patrióticos y ha sido recogida en varias antologías. Sus versos son sencillos y de impronta campesina, intenta describir a través de sus versos la belleza de la manera más sencilla posible, le canta al paisaje del secano costero, sus costumbres y su aire: es llamado "poeta de la tierruca" pero al mismo tiempo su obra es profundamente religiosa, capaz de contemplar en lo cotidiano de vivir y amar, la Presencia mistérica que le da sentido a nuestro existir. Su poesía por lo tanto, sin ser panteista, es una hierofanía en medio de lo secular.



Aquí un par de minifragmentos:





La Sombra del Quilantral
“De un añoso quilantral
bajo la verde enramada
la fuente de la quebrada
guarda su limpio cristal .
(...)

Constelada mi frente
Constelada mi frente de ilusiones
mi corazón de amores constelado,
sintiendo a Dios en todo lo creado
y adorándolo en todas mis canciones.

Así quiero vivir en mis rincones
en mi rústico huerto soleado...
(...)